Historia del Arte
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Manierismo

1.- DEFINICIÓN DEL MANIERISMO

 

 Amold Hauser revaloriza el Manierismo como un estilo de riquísimas proposiciones. La crisis manierista, esencialmente antinaturalista, guarda estrechas similitudes con la crisis finisecular y proporciona  significativas luces para la comprensión del concepto posthumano actual.

 

Hauser señala que la crisis manierista, profundamente interceptada por los avances de las ciencias naturales, prepara la visión científica del mundo futuro (1). Esta visión, sin embargo, va acompañada por una profunda crisis del humanismo, la que involucrará un deterioro "del concepto de naturaleza en el sentido de algo que puede constituir en todo momento un canon de conducta" (idem: 25). Por otra parte, como expresión de los conflictos espirituales de la época, el Manierismo no alberga ninguna fe en que exista coincidencia entre el orden divino y el orden humano, rompiendo de este modo la ilusión renacentista que aspiraba a la coincidencia plena y armoniosa entre cuerpo y alma (2). Perdida la confianza en la naturaleza y la fe en la posibilidad humana -racional- de la trascendencia, el hombre Manierista ve destruirse el equilibrio entre alma y cuerpo, entre espíritu y materia, como también ve naufragar la posibilidad de pronunciarse con criterios ciertos sobre la verdad científica, el valor artístico o la moral. El desarrollo científico le descubre también el relativismo de sus creencias.

 

En síntesis, tenemos que la crisis manierista se constituye con los siguientes elementos:

-Incidencia determinante de los avances y proyecciones científicas en la visión futura de mundo y de sujeto;

-crisis del humanismo determinada por la negación del concepto de naturaleza como canon de conducta rector y por la negación de la coincidencia entre el orden divino y el humano;

-negación de la coincidencia armoniosa entre cuerpo y alma; concepción de la divinidad como una entidad despótico;

-ausencia de fe en la posibilidad de la salvación y la trascendencia;

-imposibilidad de pronunciarse con criterios ciertos sobre la realidad.

 

Todos estos elementos de finales del siglo XVI reaparecen y se acentúan en la actualidad, también en la crisis de mundo expresada por el posmodernismo y que estamos conociendo como poshumanismo, concepto este último que, con su postulado cyborg, híbrido entre lo humano y lo cibernético, señala un quiebre fundamental en la comprensión que el hombre occidental hasta ahora había tenido de sí mismo.

 

Hauser: "La revolución que el manierismo significa en la historia del arte y que va a crear cánones estilísticos totalmente nuevos consiste, en lo esencial, en que, por primera vez, las rutas del arte van a apartarse consciente e intencionadamente de las rutas de la naturaleza" (idem. 16).

 

Por otra parte, el sentido y fin del arte manierista consistió en crear una esfera de la pura apariencia, desprendida de las leyes de la realidad natural y supranatural. En ese espacio intermedio todo lo proveniente de la realidad común es desprovisto de su forma originaria y sometido a las leyes del orden del artificio, cuya voluntaria expresa es crear un mundo descalzado de lo natural y supranatural, regido por leyes que obedezcan solamente a la dinámica propia de la apariencia y de la artificiosidad. Afirma Hauser, que este orden es conseguido por los manieristas mediante una eliminación de las "leyes objetivas y su sustitución por reglas de juego impuestas autónomamente" (idem. 72); con ésto el manierismo expresaba la pérdida de confianza de la época en la significación cierta y unívoca de los hechos y de la realidad misma; más aún, expresaba hasta dónde se habían hecho fluctuantes los límites entre ser y apariencia. El contexto cultura del arte manierista,  se parece Al problema actual. Hoy en día el relativismo de la ciencia y la virtualidad de la informática, han difuminado al máximo la frontera ciertamente divisoria entre el ser y su apariencia; es más, ciencia e informática se han constituido en el aval epistémico que propicia dicha desaparición

La obra manierista no pretende la aprehensión de algo esencial, menos la obtención o sublimación de un núcleo espiritual, con esto busca señalar que el ser representado no posee nunca un centro. Una obra manierista, dice Hauser: "no es tanto una imagen de la realidad, cuanto más bien un conglomerado de aportaciones para esta imagen." (idem.63).

En el Manierismo, éstos se independizan y trascienden los objetivos de la representación. trasmutan de función en fin, capturando al espectador no por el contenido, sino por la propia exhibición.

 

La falta de funcionalidad de los elementos constructivos arquitectónicos y la marcada tendencia a su escenificación, a las 'bambalinas', por parte del Manierismo, la encontramos en la constitución de los espacios a la manera de escenarios recargados. La obra manierista siempre tiene por referencia otra obra de arte o un canon artístico determinado y nunca a la naturaleza o la realidad sensible, objetiva;

 

Dice Hauser: "Esto significa -completamente- en el sentido de la teoría del arte manierista- que el artista no imita la naturaleza y que sus obras no las crea como sujeto de un talento dado por Dios, sino, más bien, en competencia con Dios.

 

NOTAS

 

1- Hauser, Amold. El Manierismo, crisis del Renacimiento Ed. Guadarrama. Madrid. Pg.

2.- Hauser. Op. cit."El sequero naturam significa biológicamente el principio del mens sana in corpore sano, es decir, de la armonía entre ambos; estéticamente significa el equilibrio de forma y contenido, la absorción absoluta del contenido espiritual en la conformación sensible. En el nuevo arte, que rompe con los principios del Renacimiento y del humanismo, lo espiritual se expresa desfigurado, haciendo saltar, disolviendo lo material, la forma sensible, la fenomenalidad inmediata; es decir, por la deformación de lo material. Cuando, al contrario, hay que subrayar lo material, la belleza corporal, la armonía ornamental, la forma se independiza y entonces es el espíritu el que es violentado, encadenado y esquematizado.." 

 

2.-CARACTERÍSTICAS DEL MOVIMIENTO

 

 

-Búsqueda del amaneramiento; cuerpos alargados; composiciones   complicadas.

 

-Surge en Italia, pero llega hasta Alemania pasando por   Inglaterra, Francia, España...

 

-Reacción a la rigidez de los cánones renacentistas.

 

-Es casi irracional, la antítesis del experimento.

 

-Búsqueda de lo raro, lo exótico, lo original.

 

3.-ARTISTAS Y OBRAS REPRESENTATIVAS:

 

Parmigianino:"Madonna del cuello longo"

 

Tiziano: "La bacanal"

 

Paolo Veronés: "Jesús con los doctores"

 

Benvenuto Cellini: "Salero de Francisco I"

 

El Greco:"El entierro del conde de Orgaz" 

 

. 

 Es el manierismo un estilo erudito, bastante complicado, una reacción a las formas clásicas pero a la vez parte de ellas. Sólo toma la base clásica, pues luego lo complica mucho. Se buscan temas mitológicos y se disponen en escenas en las que aparecen en segundo plano, con multitud de personajes en continuo movimiento y violentos escorzos. Existe en la pintura tensión emocional, las miradas se disponen en líneas divergentes sin confluir en un punto. En realidad no importa tanto el tema sino cómo está representado.

 

El manierismo surge en Italia con tres centros principales:

 

-Parma, donde destaca Parmigianino, que alarga mucho las figuras y utiliza varios puntos de vista. En

 

-Florencia destacan los colores más vivos, como los utilizados por Pontormo en el "Retrato del duque de Medici", y el gran derroche de fantasía y originalidad, tan propios de este estilo, como se ve en la "Alegoría del Tiempo y el Amor" de Broncino.

 

-El centro más importante fue Venecia, que será la que marque el estudio de las sensaciones cromáticas por medio de la influencia de la luz y los contrastes. Gran parte de la pintura barroca debe su existencia al manierismo veneciano. Este es el tiempo de Tiziano, el más famoso representante de esta escuela, con su especial concepción de la luz y el color (uso de luces cálidas como de atardecer) y su pasión por la opulencia y lo sensual. Trabajó para numerosas cortes europeas, entre ellas la de España, y su dilatada vida le permitió producir una gran cantidad de obras, que fueron muy influyentes en artistas venideros. Crea verdaderos modelos para lo siguientes artistas: las venus, los retratos reales...

 

 

En España la gran figura pictórica es la de El Greco, conocido así por su origen cretense. Su periodo de formación en Grecia le permitió recoger el mundo de la antigüedad bizantina (los iconos). En su paso por Italia conoció a los clásicos y a los contemporáneos como Tiziano, quien le infunde el orgullo y firma las obras; Tintoretto le enseña el uso de maniquíes y le influye en las figuras alargadas; Miguel Ángel en las figuras en escorzo y alargadas; y Rafael en las composiciones triangulares. Con este bagaje llegará a Toledo para trabajar principalmente en la corte de Felipe II.

 

En orfebrería el manierismo es muy prolífico e importante, desde Italia hasta España pasando por Inglaterra y Alemania. En Italia con Benvenuto Cellini quien, educado en el renacimiento, terminará siendo un gran orfebre manierista diseñando complicadas piezas como el salero de Francisco I. En Inglaterra fue Hans Holbein quien instauró el estilo Tudor, que con sus esmaltes y complicados diseños influirá mucho en Francia. En Alemania destaca Janitzer, el encargado de crear los diseños más originales y con los más raros materiales (concha, dientes de tiburón...).

 

En España se siguen haciendo piezas de carácter religioso. Cabría sólo destacar la existencia de dos tipos de manierismo: uno más de influencia extranjera, recargado y rico en detalles, y otro más al estilo herreriano de los Austrias, el estilo arquitectónico de la época.

 

Así pues, puede decirse que el manierismo buscaba los retos artísticos en la originalidad de sus piezas, ya fuese utilizando materiales exóticos o simplemente complicando las escenas para llamar la atención.

 

3.-ANÁLISIS DE ALGUNAS OBRAS:

 

CLAROSCURO

Centro Virtual Cervantes



Rinconete




Sobre Rinconete


El Greco,
un artista de vanguardia


Martes, 16 de octubre de 2001


Por Juan Carlos Ruiz Souza

Hoy nadie duda de la genialidad del pintor cretense, pero no fue siempre así; de hecho, en un primer momento no gozó de buena crítica ante el carácter tan personal de su pintura, lo que motivó que pintores y especialistas, ciegos a su arte, considerasen a El Greco como un artista atormentado, enfermo y de segunda clase. Pero los años pasaron y su obra comenzó a ser conocida en un momento en el que la trayectoria lineal del arte llegaba a su fin entre los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX, de la mano de las Vanguardias, momento en el que el artista comienza a independizarse del arte tradicional. No es casual que El Greco justo en ese momento comience a ser descubierto por los propios artistas. Veamos algunos datos sorprendentes.

Entre los que más amaron su obra encontramos al gran pintor del impresionismo Degas, y de hecho tuvo un San Ildefonso y un Santo Domingo salidos de su paleta, que por lo visto pertenecieron anteriormente al también pintor Jean-François Millet. Degas en su apartamento parisino de la rue Victor Massé, en una gran habitación instaló las mejores obras de su famosa colección de arte, y en ella, junto a obras de Delacroix, Manet, Gauguin, Cézanne o Van Gogh, estuvieron también sus cuadros.

Wassily Kandinsky y Franz Marc publicaron en 1912 en Munich Der Blaue Reiter (El Jinete Azul) uno de los escritos teóricos sobre arte más importantes de la primera mitad del siglo XX, vinculado al denominado movimiento artístico del expresionismo alemán. De nuevo allí aparecerá el cretense de la siguiente forma: «... Cézanne y El Greco están emparentados espiritualmente a través de los siglos que les separan... las obras de ambos están hoy a la entrada de una nueva época de la pintura. Ambos sintieron, en la imagen del mundo, la construcción mística interior que es el gran problema de la actual generación».

Igualmente sorprendentes son las palabras conservadas entre los escritos del gran maestro del cine ruso, Sergei Mijalovich Eisenstein, quien no escatima en elogios al hablar de La Vista de Toledo conservada en el Museo de El Greco en Toledo, en el que observa claramente cualidades cubistas y expresionistas en su composición.

Hemos iniciado nuestro viaje en Francia, lo hemos continuado por Alemania y Rusia y, por supuesto, terminaremos en Estados Unidos. En esta ocasión queremos recordar la estrecha relación que tuvo el padre del expresionismo abstracto, Jackson Pollock (1912-1956), con el pintor de El entierro del conde de Orgaz. En 1990 el Metropolitan Museum de Nueva York, compró los tres primeros cuadernos de notas del pintor, fechados entre 1937 y 1941, a su viuda y al pintor Lee Krasner (1908-1984). En ellos aparecen continuos y abundantes apuntes de obras de El Greco, en los que el artista norteamericano se detiene y pondera el carácter expresionista de sus masas ascendentes llenas de vida y de color.

Tal vez después de estas líneas comprenderemos mejor la dimensión de un pintor que no fue siempre valorado y que supo adelantarse a su tiempo, y tal como decía el propio Eisenstein, qué dichosos son aquellos que pueden, y podemos, ver la obra de El Greco en Toledo.

 



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El Greco:
La Anunciación (h. 1596-1600)

Lienzo: 315 x 176 cm
Núm. de inventario: 3888

 

   

4.-ENLACES:

 

Pintura

 

Tintoretto

Verones

Tiziano

Pincha aquí y entra en la obra de El Greco

 

Arquitectura

 

El Escorial